Tourette y paternidad
No he escrito muchas entradas, pero esta tengo claro que es la más complicada de escribir. Hace ya 13 meses que llegó mi hija al mundo y no podemos estar más contentos mi mujer y yo. Es la alegría de la casa, la que nos saca todos los días una sonrisa, pero también es la que más preocupaciones me supone.
La mayoría de las preocupaciones son por mi culpa y no por ella. "No eres tú, soy yo". Y en verdad soy yo porque me agobio mucho por si le pasa algo, tengo demasiado miedos, demasiadas ansiedades...
Un día hablando con mis padres les dije que no me fío de nadie en lo que ha mi hija se refiere y me miraron con una cara como si los estuviese insultando. Y aunque duela decirlo, es verdad, solo veo segura a mi hija cuando está conmigo. Pienso que la gente la coge mal, le deja hacer algo que no me parece seguro... Pero si lo analizas fríamente te das cuenta de que no hay motivo para la preocupación porque toda mi familia quiere a mi hija tanto como yo y se preocupan lo mismo o incluso más. Pero aun sabiendo esto, sigues sin poder evitar pensar en que tu hija solo está bien contigo y lo pasas mal. ¿Qué hay que tratar de no pensar? Pues sí, pero es tan difícil... Supongo que si fuese fácil, también lo sería evitar los tics, la irritabilidad, la ansiedad, y por desgracia nada de esto se evita fácilmente.
Y luego tenemos la parte de las obligaciones. Como decía el tío de Spiderman, "todo poder conlleva una gran responsabilidad" y lo mismo pasa con los hijos, requieren mucha atención y cuidados y son nuestra mayor responsabilidad. Del mismo modo que muchas veces no te apetece hacer algo y no pasa nada si no lo haces, más allá de sentirte algo frustrado, con un hijo no existe la opción de no hacer. Bañarle, cambiarle los pañales, darle de comer... Son cosas totalmente cotidianas y que aparentemente son fáciles de hacer, pero ya no lo son tanto en mi situación. Muchas veces sabes que lo tienes que hacer, lo quieres hacer, pero la mente puede ser muy traicionera y si encima añadimos el poder que tiene, acabas pasándolo mal. Hay veces que me cuesta horrores cambiar un pañal o dar de cenar y no es porque no quiera sino porque no puedo mentalmente. Es como si la mente creara una barrera que no soy capaz de pasar y que me impide hacer cosas. Y todo esto, más allá de privarte de momentos con mi hija y de hacerme sentir bastante mal, puede crear conflictos de pareja o con mis padres, que me ven como alguien que no quiere hacer las cosas. Y nada más lejos de la realidad, yo quiero pasar más tiempo con mi hija, al igual que quiero ser capaz de hacer otras cosas que quiero, pero muchas veces es que no soy físicamente capaz de hacer algo tan simple como sujetar a mi hija mientras aprende a andar.
Pero claro, no termina ahí la cosa. Cuando consigo hacer algo, enseguida mi mente se cansa y acaba siendo una carga mental hacer cosas. Hasta ahora podía poner excusas para no jugar a un juego de ordenador, ir a un torneo de cartas y no pasaba nada porque era renunciar a mis hobbies, pero una hija es una obligación y no queda más remedio que atenderla y ser un padre responsable.
Con todo esto no quiero decir que sea un mal padre, ni que pase de mi hija, simplemente quiero compartir lo difícil que es ser padre en esta situación y espero que si hay más gente así, que vea que no es el único, que esto pasa y que simplemente hay que aceptarlo, pedir ayuda e intentar trabajarlo para conseguir disfrutar de una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida, ser padre.
La mayoría de las preocupaciones son por mi culpa y no por ella. "No eres tú, soy yo". Y en verdad soy yo porque me agobio mucho por si le pasa algo, tengo demasiado miedos, demasiadas ansiedades...
Un día hablando con mis padres les dije que no me fío de nadie en lo que ha mi hija se refiere y me miraron con una cara como si los estuviese insultando. Y aunque duela decirlo, es verdad, solo veo segura a mi hija cuando está conmigo. Pienso que la gente la coge mal, le deja hacer algo que no me parece seguro... Pero si lo analizas fríamente te das cuenta de que no hay motivo para la preocupación porque toda mi familia quiere a mi hija tanto como yo y se preocupan lo mismo o incluso más. Pero aun sabiendo esto, sigues sin poder evitar pensar en que tu hija solo está bien contigo y lo pasas mal. ¿Qué hay que tratar de no pensar? Pues sí, pero es tan difícil... Supongo que si fuese fácil, también lo sería evitar los tics, la irritabilidad, la ansiedad, y por desgracia nada de esto se evita fácilmente.
Y luego tenemos la parte de las obligaciones. Como decía el tío de Spiderman, "todo poder conlleva una gran responsabilidad" y lo mismo pasa con los hijos, requieren mucha atención y cuidados y son nuestra mayor responsabilidad. Del mismo modo que muchas veces no te apetece hacer algo y no pasa nada si no lo haces, más allá de sentirte algo frustrado, con un hijo no existe la opción de no hacer. Bañarle, cambiarle los pañales, darle de comer... Son cosas totalmente cotidianas y que aparentemente son fáciles de hacer, pero ya no lo son tanto en mi situación. Muchas veces sabes que lo tienes que hacer, lo quieres hacer, pero la mente puede ser muy traicionera y si encima añadimos el poder que tiene, acabas pasándolo mal. Hay veces que me cuesta horrores cambiar un pañal o dar de cenar y no es porque no quiera sino porque no puedo mentalmente. Es como si la mente creara una barrera que no soy capaz de pasar y que me impide hacer cosas. Y todo esto, más allá de privarte de momentos con mi hija y de hacerme sentir bastante mal, puede crear conflictos de pareja o con mis padres, que me ven como alguien que no quiere hacer las cosas. Y nada más lejos de la realidad, yo quiero pasar más tiempo con mi hija, al igual que quiero ser capaz de hacer otras cosas que quiero, pero muchas veces es que no soy físicamente capaz de hacer algo tan simple como sujetar a mi hija mientras aprende a andar.
Pero claro, no termina ahí la cosa. Cuando consigo hacer algo, enseguida mi mente se cansa y acaba siendo una carga mental hacer cosas. Hasta ahora podía poner excusas para no jugar a un juego de ordenador, ir a un torneo de cartas y no pasaba nada porque era renunciar a mis hobbies, pero una hija es una obligación y no queda más remedio que atenderla y ser un padre responsable.
Con todo esto no quiero decir que sea un mal padre, ni que pase de mi hija, simplemente quiero compartir lo difícil que es ser padre en esta situación y espero que si hay más gente así, que vea que no es el único, que esto pasa y que simplemente hay que aceptarlo, pedir ayuda e intentar trabajarlo para conseguir disfrutar de una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida, ser padre.
Comentarios
Publicar un comentario